Los celos predicen riesgos
El proyecto Detecta de Fundación Mujeres aportaba un dato escalofriante: El 30% de las adolescentes viven las celopatias extremas como muestras de amor. Esta percepción mitificada de los celos desactiva las prevenciones de las adolescentes y les impide ser conscientes de las conductas controladoras y violentas asociadas.
La preocupación de educadores (incluidos padres y madres conscientes del problema) se concreta en saber si existen señales que prevengan en el principio o inicio de una relación frente a esa desconfianza permanente que augura control y violencia.
Las únicas señales que podremos enseñar a detectar a las adolescentes tienen que ver fundamentalmente con procesos de gestación de dependencia en la relación.
Generalmente son comportamientos coercitivos que vienen envueltos o camuflados en buenas intenciones y que inicialmente no serán severos. Lo importante es hacerles conscientes de la mecánica y progresión que generan dependencia y los mecanismos de control. Mecanismos que suben progresivamente de tono, que pasan de la insinuación indirecta a la indicación expresa para llegar a la imposición. Esas claves son las esenciales para enseñar a ver -sobre todo a las niñas- realidades que les pasan desapercibidas y las coloca en la relación en una situación de imprevisión y de descuidado. Nuestra obligación es que no les pasen inadvertidos ciertos comportamientos que predicen riesgo.